jueves, 21 de mayo de 2015

Cine a medio día



Pensé que era buena idea almorzar en Cine Colombia, de todas maneras me encantan los perros y las crispetas del cine. La única película que había a las 12 del día era Mandarinas, una de esas independientes hecha en Estonia y Georgia. 

Éramos ocho personas en la sala. Las únicas jóvenes éramos una mona y yo. Ella salió cuando la película llevaba 10 minutos y me quedé con -me imagino- pensionados y críticos de cine.

La película no es particularmente entretenida, a veces un poco lenta y melancólica, pero tiene algo que la hace muy buena y no logro definir. Es especial. Me dejó una sensación de... ¿serenidad? ¿esperanza en la humanidad? no sé, o tal vez de nostalgia por la vida sin glamour, por la cotidianidad de alguien que vive en su pequeño mundo alejado de todo lo que a la mayoría nos parece imprescindible.

Ivo no le teme a la muerte, es un ser humano tranquilo, complacido, reservado y bondadoso. Es impasible y a la vez afectuoso. Tiene la combinación de defectos y cualidades con los que yo quisiera llegar a la vejez. Temo decir que la película es hermosa porque mi tío pintor me tiene prohibido calificar así una obra, dice que eso ofende a un artista. Así que, en conclusión, es una buena película para quienes cazamos moralejas.

Nota: ¿qué es algo "especial"? ¿qué resultará de preguntarle a varias personas qué entienden por "especial"? ¿habrá algún tipo de consenso?   

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